En la medicina moderna, las radiaciones ionizantes juegan un papel crucial. Son una herramienta indispensable para el diagnóstico y tratamiento de muchas enfermedades. Sin embargo, cuando hablamos de salud ocupacional, es importante entender cómo estas radiaciones impactan a quienes trabajan en entornos donde están presentes y cómo podemos protegerlos adecuadamente.
Las radiaciones ionizantes son una forma de energía que puede liberar electrones de los átomos, alterando su estructura. Este tipo de radiación se utiliza en equipos como los rayos X, tomografías computarizadas (TAC), radioterapia y en la industria nuclear. Aunque son extremadamente útiles, también pueden tener efectos adversos si no se manejan de manera segura.
En medicina, las radiaciones ionizantes nos permiten diagnosticar enfermedades con técnicas como Rayos X y tomografías que nos permiten ver estructuras internas del cuerpo, como huesos y órganos y con ello poder tratar enfermedades. Sin estas herramientas, muchos diagnósticos y tratamientos serían menos precisos o imposibles de realizar.
El principal riesgo de las radiaciones ionizantes es la exposición excesiva, que puede dañar el ADN de las células y aumentar el riesgo de desarrollar cáncer a largo plazo. Por esta razón, es fundamental proteger tanto a los pacientes como al personal médico. En el ámbito ocupacional, las personas que trabajan con radiaciones ionizantes, como técnicos radiólogos, enfermeros y médicos, deben seguir estrictas normas de seguridad: como uso de equipos de protección que incluyen delantales plomados, gafas protectoras y dosímetros personales. Además, es importante el control de la exposición minimizando el tiempo de exposición, maximizando la distancia entre la fuente de radiación y el cuerpo y usar barreras protectoras adecuadas. En el personal por ello es importante que siempre se mantenga un monitoreo constante de los niveles de radiación en las áreas de trabajo y la realización de chequeos médicos periódicos para el personal expuesto.
Para los pacientes, es importante saber que el uso de radiaciones ionizantes en la medicina está cuidadosamente regulado, en nuestro país la Subsecretaría de Control y Aplicaciones Nucleares (SCAN) perteneciente al Ministerio de Energía y Minas es quien diseña la normativa para la seguridad nuclear y la protección radiológica. Sin embargo, hay que recalcar que los beneficios de los procedimientos siempre superan los riesgos potenciales. Además, el personal de salud está capacitado para garantizar que cada procedimiento sea seguro y efectivo.
Las radiaciones ionizantes son fundamentales en el ámbito médico, pero su uso debe ir acompañado de medidas de protección rigurosas para evitar riesgos innecesarios. En salud ocupacional, garantizar la seguridad del personal es tan importante como proteger a los pacientes. Con el conocimiento y las herramientas adecuadas, podemos seguir aprovechando los beneficios de estas tecnologías mientras minimizamos sus riesgos.
En Certis contamos con todas las certificaciones de la SCAN para garantizar que nuestro personal y nuestros pacientes desarrollen sus procedimientos diagnósticos en un ámbito seguro.
Dr. José Calvopiña Del Castillo
Especialista en Diagnóstico por Imágenes
Comments